Testemunho de Maricarmen Fernandez

(Natural do México)

Hermanos:

Yo quiero darles mi testimonio acerca de mi milagro, por el cual doy gracias a Dios y continuare a la loándolo todos los días de mi vida.

Yo había sufrido tres perdidas de bebe en las cuales el dolor, impotencia, angustia y culpabilidad me mostraban lo lejos que estaba Dios.

En la última perdida yo tuve infección y gran perdida de sangre, los cuál me hizo morir por unos minutos, entonces entre aun túnel de una luz intensa y maravillosa, con el cuál sentí la paz más hermosa que mi corazón había sentido. Cuando los gritos de angustia de mi esposo me hicieron volver en si, mi corazón se lleno de rabia, pues quería morir.

Decidimos que lo mejor era la adopción para no poner mi vida en más riesgo.

Por un año le pedí a Dios, día y noche, que me diera un bebe adoptado. Hasta que un día una persona toco a la puerta para decirme que por fin el día había llegado y mi bebe estaba por nacer. Fueron 3 semanas de espera y nervios hasta que por fin Luis Ángel vino al mundo con unas ganas enormes de vivir y después di haberse aferrado a la vida y sobreponiendo-se a ataques desde el vientre de su madre.

Mi experiencia como mama ha sido increíble. Dios me mando un niño sano, hermoso y inteligente y con un corazón enorme quien me mostró a mi el amor, la paciencia, tolerancia y el verdadero amor.

Yo no me canse de pedirle a Dios la oportunidad de tener una niña de mi vientre. Pero que no quería volver a sufrir la decepción. El año pasado quede embarazada y sufrí y llore con mucho miedo. A los 3 meses me operaron para que el bebe no se saliera. Un mes después me dijo el Dr. que el bebe no se salvaría. Cuando la Dra.  salía del cuarto llego el pastor y la hermana y me dijeron todo estará bien. No pierdas la fe. Dios te lo prometió y no te lo va a quitar. Y esa fue la base de todo pues regrese a casa con Samuel. Pase casi 4 meses en cama, pero nunca perdí la fe. Esa fe que los hermanos de esta iglesia me inculcaron. La hermana Maria me dijo que Dios le había dado la palabra de Jeremías #5. Antes de ponerte en el vientre de tu madre te conocí y tengo un gran propósito para ti.

La palabra dos hermanos, la fe que día a día  la hermana Palmira me motivaba en la cama. Sus oraciones de todos ustedes, los cuidados de mi mama quien dejo su casa y su país por 4 meses para estar atendiéndonos y sobre todo el amor de Dios hico posible este mi milagro.

GLORÍA A DIOS.

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